El ascenso al fondo de un ídolo fallido: Capítulo 18

Capítulo 18

Sugyeom agarró la manija de una puerta y respiró hondo. Ahora solo quedaba una persona.

Después de resolver el malentendido con Yuchan, escuchó de él que Igyeom estaba en la sala de práctica. Para llegar aquí, tuvo que caminar a paso ligero en un clima brutal de menos diecisiete grados centígrados.

En cualquier caso, ya había resuelto el malentendido con Hansol y Yuchan, por lo que pensó que ya estaría acostumbrado. Sin embargo, el malentendido fue tan vergonzoso que se sintió tan avergonzado como si fuera la primera vez que lo iba a explicar.

Después de un largo suspiro, abrió lentamente la puerta.

—Cha Igyeom, ¿estás durmiendo?

Sugyeom se acercó a Igyeom que estaba acostado boca arriba en medio de la sala de práctica.

Igyeom no respondió y tenía los ojos bien cerrados, por lo que se agachó tranquilamente a su lado. Debido a que Sugyeom vestía una gruesa chaqueta acolchada larga, parecía haberse convertido en una gran forma de bola que rodaría ante el menor toque.

—Oye, duerme en el dormitorio. No duermas aquí. Hace mucho frío.

Igyeom seguía sin responder.

Además del piso sin calefacción, cuando vio que Igyeom solo vestía pantalones de entrenamiento y una camiseta delgada, Sugyeom se preocupó.

Incluso pudo sentir un escalofrío cuando sacó las manos que estaban escondidas en los puños de canalé de su chaqueta y tocó el suelo. La idea de alguien acostado en un lugar tan frío hizo que su frente se arrugara.

—Tu espalda…

Por no hablar del frío, estaba naturalmente preocupado por la espalda de Igyeom cuando lo vio durmiendo en el suelo duro y desnudo sin un cojín.

Como alguien que se ganaba la vida con su cuerpo, se mantenía alerta a tales cosas.

Chasqueó la lengua internamente y pensó que debería cubrir a Igyeom con su chaqueta acolchada.

Justo cuando estaba moviendo los dedos tratando de encontrar la cremallera de su chaqueta, se escuchó una voz:

—¿Por qué estás aquí?

—¡Ahhh! ¡Oh, Dios mío!

Sorprendido por la repentina voz de Igyeom, Sugyeom casi retrocedió. Se movía con lentitud porque vestía una gruesa chaqueta acolchada y su centro de gravedad estaba inestable por encontrarse en cuclillas.

Después de agitar los brazos y apenas mantener el equilibrio, miró a Igyeom con resentimiento.

—¡Casi me caigo por tu culpa!

—¿Por qué por mí? Estás redondo como un muñeco de nieve.

—¿Qué? ¿Un muñeco de nieve? ¿Redondo? ¿De qué estás hablando? Y tú, si no estabas durmiendo, entonces ¿por qué no respondiste?

—¿Tengo que contestar cada vez que me llamas?

Los ojos de Sugyeom se entrecerraron ante la contundente respuesta de Igyeom. Las personas no tenían que responder incondicionalmente cuando las llamaban, pero al menos deberían mostrar una reacción.

Escuchar y no responder en absoluto era lo mismo que ignorar.

—No es así, pero no puedes simplemente ignorar a las personas, ¿verdad?

—Acabo de hacerlo ahora, ¿y entonces?

—Wow, Cha Igyeom es tan infantil.

—Ah, ¿no lo sabías? Normalmente soy muy infantil.

Sugyeom se quedó sin palabras ante la inesperada respuesta infantil. Sin embargo, sabiendo más o menos por qué Igyeom estaba siendo tan infantil con un sentido retorcido, en lugar de enojarse con él, sacudió la cabeza.

—Lo que dije durante el desayuno, es un malentendido.

—No sé de qué estás hablando.

—¿No sabes?

—Bueno, realmente no lo sé. ¿Qué quieres decir con eso? ¿El hecho de que tú y Taewon-hyung se volvieran locos mordiéndose y chupándose mutuamente? No me importa en absoluto, así que sigue tu camino.

Igyeom parecía decidido a malinterpretar por completo. Su actitud era tan infantil que dejó a Sugyeom sin palabras, incapaz incluso de reír.

No obstante, tenía que corregirlo. Especialmente no podía quedarse quieto ya que había escuchado las palabras “morder y chupar”.

—¿Morder y chupar? ¿De qué estás hablando?

—¿Por qué, no fue solo morder y chupar? Si claro, después de morder y chupar te la meten…

—¡Oye, cielos!

¡Bien!

Sorprendido por las palabras de Igyeom, Sugyeom maldijo y golpeó la frente de Igyeom que se reveló a través de su flequillo dividido por estar acostado.

—¿E-Estás loco?

Igyeom miró a Sugyeom con incredulidad mientras se tocaba donde había sido golpeado.

Sería una mentira si Sugyeom dijera que no se sintió intimidado por la presencia de Igyeom. Pero pronto apartó esa sensación a un lado. Pensó que Igyeom merecía ser golpeado.

—¡¿Qué quieres decir con meterlo?!

Lo golpeó de nuevo.

—Maldita sea, qué… ¡Ah! ¿Me golpeaste de nuevo?

Un fuerte sonido resonó de nuevo. La frente de Igyeom, que recibió dos golpes seguidos, se puso roja.

Del mismo modo, el rostro de Sugyeom se había vuelto del color de un tomate maduro después de escuchar palabras tan explícitas.

—¡¿Estás loco?! ¿Meter qué? ¡Es un malentendido!

—Qué malentendido…

—Voy a golpearte de nuevo si abres la boca antes de que termine de hablar, cielos. Cállate y escucha.

Sugyeom advirtió a Igyeom cortando firmemente sus palabras.

Afortunadamente, tal vez porque los golpes consecutivos en la frente habían funcionado, pero Igyeom mantuvo la boca cerrada a pesar de que mostraba una expresión de insatisfacción.

—Taewon-hyung se burló de mi mejilla hinchada ayer, así que traté de vengarme mordiéndolo. No significa lo que crees que significa en absoluto. No, ¿qué diablos hay dentro de tu cabeza para que llegues a tal conclusión?

—…¿De verdad?

Igyeom, que se quedó en silencio como si estuviera perdido en sus pensamientos por un momento después de que preguntó. Sugyeom, sintiéndose aliviado de poder comunicarse con él, continuó:

—En realidad. ¿Pensaste que mordería y me revolcaría con un miembro de mi grupo en el mismo dormitorio donde están todos? ¿Eso tiene sentido?

—… ¿Tiene sentido morder el cuello de alguien en juego? ¿Qué más se suponía que debía pensar cuando a alguien le marcaban un beso en la nuca?

—E-Eso es… ¡De todos modos! ¡No es lo que crees que es! ¡Cuanto más lo pienso, más injusto es! ¿Por qué tengo que dar vueltas y explicar esto? La cabeza de todos está llena de demonios lascivos.

—¿Quién lo hizo así?

—¿Ah? ¿Ahora soy yo quien llenó tu cabeza de demonios lascivos?

—…

Igyeom se quedó en silencio. Estupefacto, Sugyeom volvió a levantar la mano hacia la frente de Igyeom.

Desafortunadamente, Igyeom lo había agarrado de la mano esta vez, por lo que su plan de lanzar un golpe se había esfumado.

—Deja de pegarme. ¿Cuántas veces me vas a pegar?

—¿Pero solo te he golpeado dos veces? Incluso con esto, solo serían tres.

—Golpear la cara de un ídolo dos veces ya es mucho.

—Hmm, está bien ya que ni siquiera estamos en período de promoción.

Sugyeom resopló.

El grupo no estaba en un período en el que las cámaras los siguieran todo el tiempo, por lo que no sería un gran problema si Igyeom recibiera un par de golpes en la frente. Y si Sugyeom tenía que ser franco, él era el miembro visual del equipo.

—De todos modos, ¿puedes dejarme ir ahora?

Sugyeom señaló su mano, que aún estaba sujeta. Igyeom miró alternativamente la cara y la mano de Sugyeom, y luego soltó su agarre con lentitud.

Como resultado, Sugyeom, que había recuperado la libertad de su mano, rápidamente le dio una palmada en la frente a Igyeom sin perder el espacio.

—¡Ay! ¡Song Sugyeom!

—Impresionante, eso completa el trío.

Igyeom se quedó sin palabras mientras miraba a Sugyeom riéndose de satisfacción. Sin embargo, pronto se rio en vano.

—Bien, está bien. Agh, tú y yo…

—¿Qué quieres decir?

—De todos modos, olvídalo.

—Maldita sea. “De todos modos” esto, “de todos modos” eso. ¡Suficiente de eso! ¡Date prisa y levántate! Realmente te vas a resfriar así.

—En realidad, estaba a punto de levantarme.

Igyeom se puso de pie. Mientras Sugyeom observaba a Igyeom volver a levantarse con un movimiento rápido, pronto lo llamó.

—Cha Igyeom.

—¿Ahora qué?

—Tenemos un problema.

—¿Qué problema?

Mirando a Igyeom, cuya frente se había fruncido, Sugyeom abrió la boca con una expresión llorosa.

—Tengo un calambre en las piernas. Ayúdame.

—Song Sugyeom, eres un bebé.

—¿No soy cool en vez de un bebé?

—...Ja, ¿de dónde diablos sacaste eso?

Igyeom suspiró desanimado mientras frotaba las piernas de Sugyeom.

—Ayaya, ayaya~

Sugyeom gimió mientras dejaba que Igyeom frotara sus piernas.

—Lo saqué de algún lado. Soy genial en vez de un bebé.

—No sé de dónde lo sacaste, pero no digas eso frente a la cámara.

—Si lo hago, a los fanáticos les gustará porque es lindo.

Aunque no estaba seguro, a pesar del juego de palabras tonto, sus fans probablemente lo encontrarían lindo incluso si no fuera divertido.

—Estoy seguro de que a nuestros fanáticos les complacerá saber que requieres mucho cuidado.

—¿No les gustaría más si lo supieran?

—...¿De dónde diablos sacaste esa confianza?

Era la confianza de los recuerdos de su vida anterior.

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